La mayoría de las mujeres tenemos alguna incomodidad antes o durante la menstruación. Algunas se ponen de mal humor o se sienten hinchadas. Otras se sienten desanimadas o un poco tristonas, pero la mayoría hemos sufrido en cierta medida de dismenorrea, es decir, de cólicos menstruales.
Etimológicamente, la palabra dismenorrea significa menstruación dificultosa; y ésta se caracteriza por dolores punzantes, continuos o intermitentes en la parte inferior del abdomen que se pueden extender hacia la parte interna o trasera de los muslos hasta la espalda baja. También puede venir acompañada de mareos, vómitos y dolor de cabeza.
La dismenorrea suele aparecer un día antes o durante los primeros días de la menstruación, cuando el flujo es más abundante, y desaparecer para el tercer o cuarto día de sangrado. Para algunas mujeres, esta molestia es apenas incómoda, mientras que para otras puede ser incapacitante y afectar su vida cotidiana, laboral o académica.
Durante la menstruación, el útero se contrae con el fin de favorecer el desprendimiento y expulsión del endometrio, por acción de sustancias similares a las hormonas llamadas prostaglandinas.
Algunas enfermedades pueden causar cólicos menstruales son:
Endometriosis: el endometrio invade zonas fuera del útero como las trompas de Falopio, los ovarios o el tejido y órganos de la pelvis.
Fibromas o miomas uterinos: tumores benignos que crecen en la pared del útero.
Adenomiosis: el endometrio se implanta en las paredes musculares del útero.
Enfermedad pélvica inflamatoria: una infección bacteriana en los órganos sexuales femeninos.
Estenosis cervical: cuando el cervix o cuello del útero es tan pequeño que impide el correcto flujo menstrual, lo que incrementa la presión al interior del útero.
Aunque los cólicos menstruales no tienen consecuencias en la salud, estas enfermedades sí pueden causar estragos como infertilidad o aumento de las posibilidades de un embarazo ectópico. Es por esto que, en caso de dismenorrea, particularmente después de los 25 años de edad, es necesario acudir al ginecólogo y evaluar las causas.
También se recomienda visitar a un especialista cuando los cólicos son tan intensos que afectan la vida cotidiana de la mujer, limitando sus estudios, trabajo o vida social.
Cualquier mujer puede padecer de cólicos menstruales, y no se conocen modos de prevención, pero la mujer puede contribuir para minimizarlos, con una dieta equilibrada, haciendo ejercicio de forma regular y evitando fumar.
También puede funcionar beber líquidos calientes, como té o sopa, dormir de lado o ponerse en el abdomen un a bolsa de agua caliente. Algunos antiinflamatorios ligeros pueden aliviar el dolor, siempre bajo vigilancia médica.
Tomar anticonceptivos orales también puede disminuir los cólicos. No obstante, es recomendable que acuda a su ginecólogo antes de usar cualquier medicamento.