Dicen que la vida comienza a los cuarenta, y esto es especialmente cierto para las mujeres; al llegar a esta edad tenemos una sabiduría que no teníamos a los 20, pero aún nos vemos guapas y atractivas, hemos conocido el amor intenso y loco de la juventud, y también el amor sereno y profundo que viene con los años.
Además, sabemos que no tenemos que ser perfectas, pero estamos conscientes de nuestros puntos fuertes y los explotamos, conocemos nuestro cuerpo y sabemos utilizarlo.
Es verdad, la vida empieza a los cuarenta, y la perimenopausia también empieza alrededor de esta edad. La perimenopausia es el proceso mediante el cual las mujeres llegamos a la menopausia (nuestra última menstruación) y entramos al climaterio.
Cada mujer llega a la perimenopausia a una edad diferente, pero suele suceder alrededor de su cumpleaños número cuarenta. El signo más distintivo de esta etapa de transición son los cambios en la menstruación.
A medida que una mujer se acerca a la menopausia los ovarios comienzan a producir menos estrógeno y progesterona, las hormonas que regulan el ciclo menstrual, y al no producirse estrógeno suficiente para desencadenar la ovulación, ni progesterona suficiente para regular la formación del endometrio, puede suceder un sangrado menstrual muy abundante, copioso o prolongado que, si se presenta durante varios ciclos menstruales, se denomina menorragia.
En un ciclo menstrual normal, el delicado equilibrio del estrógeno y la progesterona es el que regula la formación del endometrio dentro del útero, la ovulación y otras funciones del ciclo menstrual. Sin embargo, durante los años previos a la menopausia puede suceder un desequilibrio entre ambas hormonas, lo que hace que el endometrio se desarrolle en exceso y cuando se desprende da lugar a un sangrado abundante y prolongado.
El ciclo menstrual abundante o menorragia se caracteriza por una duración de más de siete días, con sangrado muy abundante, como para empapar una toalla cada dos horas y con presencia de coágulos del tamaño de una moneda de cinco pesos o mayores.
Además de limitar la vida cotidiana de la mujer, puede provocar anemia, por lo que en estos casos es necesario consultar al médico para una evaluación y en su caso recibir tratamiento.
Además de los cambios propios de la perimenopausia, un desequilibrio hormonal puede presentarse por diversos factores como el síndrome de ovario poliquístico, el síndrome metabólico con resistencia a la insulina, la obesidad, o algunos problemas de tiroides, por lo que es muy importante consultar al especialista, para descartar cualquier anomalía sobre todo si los sangrados abundantes suceden todos los meses.