Menorragia es el término médico que se utiliza para denominar los sangrados menstruales intensos, prolongados o ambos. Y aunque la mayoría de las mujeres no pierde suficiente sangre en sus periodos mes a mes como para que suponga un riesgo para la salud.
Sí, lo sabemos, resulta incómodo, molesto y en algunos casos limita la vida cotidiana durante esos días. Algunas mujeres con menorragia evitan salir de casa durante los días que dura el sangrado, por ansiedad, miedo a oler mal o a mancharse la ropa.
Algunos de los síntomas que pueden indicar menorragia y que hacen necesario consultar al médico ginecólogo son:
-Limitar o evitar las actividades cotidianas por la presencia de la menstruación
-Empapar una o más toallas o tampones cada hora durante varias horas
-Necesidad de usar doble protección, es decir un tampón y una toalla simultáneamente
-Despertarse en la noche para cambiarse la toalla femenina.
-Periodos menstruales que duran más de una semana
-Coágulos del tamaño de una moneda de cinco pesos o más grandes
-Cansancio, fatiga o dificultad para respirar, como síntomas de anemia
El especialista, además de una exploración física, podrá solicitar algunos estudios como un análisis de sangre, el Papanicolau, un ultrasonido u otros más específicos, para determinar la causa de la menorragia y descartar problemas de salud que estén causando el flujo abundante.
Posterior a esto, y una vez que tiene los datos que necesita, el médico podrá ofrecer el tipo de tratamiento, ya sea con medicamentos o un procedimiento quirúrgico según las causas de la menorragia y el caso particular de cada mujer, tomando en cuenta factores como su edad, su salud e historia clínica.
También es necesario consultar al médico cuando la mujer presenta períodos de forma irregular o después de la menopausia, porque pueden ser signos de problemas de salud.